A menudo se piensa que la expresión «tirar la toalla» proviene de algún tipo de deporte violento, o bien se le asocia directamente con el pugilismo, sin embargo, la frase tiene su origen en la antigüedad y, claro, no tiene que ver con agresión. Está directamente relacionado con las aguas termales romanas.

En la antigua Roma, los baños públicos, termas romanas, eran también un lugar de reuniones políticas, discusiones, de encuetro y claro de placeres relacionados con la lujuria. Fue implementado como un tipo de ‘trueque’, así que los jóvenes asistían buscando dinero y los hombres de mediana edad buscaban favores.

Cuando alguno de los jóvenes recibía una propuesta, se colocaba en frente de su pretendiente, y se hacía un segundo nudo en la toalla en señal de que no había aceptado o la dejaba caer en señal de que había aceptado, usualmente seguido de aplausos ya que una nueva relación había nacido.

El dejar caer o tirar la toalla comenzó a verse como signo de sumisión, de rendición al conquistador, por lo que terminó adaptándose también al mundo del pugilato, a través del cual ha llegado hasta nuestros días.

Fuente: Quora/Humberto Perozo