En artículo publicado en EFEminista por la periodista Ana de León, se aborda una problemática que lleva siglos en nuestro continente, que ha afectado a miles de niñas, no sólo hoy sino siempre, pero que la pandemia ha encrudecido las cifras y ha mostrado el aumento en casos de violencia de todo tipo.

Desafortunadamente va en aumento el maltrato y abuso, así como los embarazos en niñas, debemos recordar que hace unos años hubo una campaña lanzada por Amnistía Internacional enfocándose en México, con la etiqueta #NiñasNoMadres se buscaba minimizar y visualizar esta problemática.

A pesar de las numerosas campañas, no se ha resuelto mucho sobre estos temas.

La organización no gubernamental Plan International ha creado la campaña “Creemos en las niñas”, con la finalidad de concientizar a la población en general.

“Queremos promover un movimiento local y regional que sensibilicen y visibilicen las historias de vida sobre lo que le está pasando a las niñas en nuestra región; y que ellas a través de su voz puedan contarlo”.

Débora Cobar, Directora Regional de Plan International Américas.

Tristemente México no está entre los países donde la campaña está presente en once países de América Latina y el Caribe, Bolivia, Brasil, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana, en los que se lanzan mensajes de testimonios de las menores para conocer la realidad que viven.

“Queremos que se transforme un movimiento de las niñas a favor de las niñas, pero también mostrar su potencial”.

A pesar que en la agenda de la Organización de las Naciones Unidas se cubre la profunda afectación de la pandemia en la vida de las niñas y mujeres alrededor del mundo, pareciera que, a pesar de todas las estadísticas y conocimiento, no se ha logrado arrancar de raíz la misoginia y machismo que a menudo están presentes en la vida cotidiana de las menores.

Esperemos que no sólo quede en campañas y estadísticas, sino que haya acciones directas y políticas públicas que mejoren la calidad de vida de millones de niñas en nuestro continente.

PROBLEMÁTICA QUE VA EN AUMENTO

“En América Latina tenemos varias situaciones que afectan a las niñas y adolescentes, pero queremos enfocarnos en tres áreas específicas, que nos parecen muy graves y se han agudizado durante la pandemia: la violencia, el embarazo precoz y las uniones forzadas“.

Débora Cobar

El objetivo es es “mostrar qué está sucediendo: la violencia ha crecido especialmente en época de covid, y los factores que antes las protegían ahora han desaparecido, como la escuela”. No podemos hacer a un lado la realidad de que los colegios y centros educativos representaban para varias menores un lugar seguro, un lugar donde escapaban de la realidad cotidiana.

En cuanto a los embarazos, el comentario que más puede hacer ruido fue el que hizo Débora Cobar,

“… embarazos en niñas el asunto es un tema muy grave, en Guatemala, por ejemplo, hemos observado que doce niñas, de entre diez y catorce años, dan a luz por día, esto es extremadamente grave“.

“… en cuanto a los matrimonios o uniones forzadas, a pesar de que sí se la logrado aprobar leyes para erradicar el matrimonio infantil, se siguen dando uniones forzadas”.

LAS CIFRAS DEL HORROR

La región considerada como la más desigual es Latinoamérica y el Caribe, con cifras “gravísimas”, a juicio de Cobar: el 15 % de todos los embarazos tempranos registrados se producen en menores de 15 años, números que en los últimos años casi no se han logrado reducir, según datos aportados por la ONG.

A nivel mundial se ha reducido el número de matrimonios y uniones infantiles forzadas , en América Latina y el Caribe esta situación “no ha cambiado en 25 años”, por ello con la campaña se pretende “levantar el tema, hacerlo más visible y conseguir aliados”.

El mismo artículo menciona que Plan International destaca que la mayoría de abusos sexuales en la región se producen en menores y suelen darse por agresores de su entorno más cercano: un 75 % de los casos en El Salvador ocurren antes de los diecisiete años, el 74,72 % en Colombia se producen antes de los 14 años, y un 64 % de los casos en Ecuador son antes de los 18 años.

Como consecuencia de abusos sexuales tenemos embarazos en menores de 14 años teniendo “niñas madres”: en Perú, por ejemplo, en 2018 cada día seis niñas de entre doce y catorce años dieron a luz; y Guatemala, durante el 2020, la situación fue de doce niñas de entre diez y catorce años cada día.

Una de cada cuatro niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe contrae matrimonio por primera vez o mantiene una unión temprana antes de cumplir los 18 años, mientras que ocho de cada diez lo hacen antes de cumplir los 20 años.

“Creemos que los testimonios que recoge la campaña son muy potentes”, asegura la directora de Plan.