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Historias y Leyendas Pasatiempo

El primer árbol de Navidad en México

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Ya hemos leído anteriormente que casi todas las costumbres cristianas tienen un origen pagano, pues el árbol de Navidad, no es la excepción. Se dice que cuando llegaron los primeros cristianos al territorio norte de Europa observaron un festejo que llevaban a cabo en honor al nacimiento de Freyr, el dios del Sol y la fertilidad. Dicha festividad se hacía con un árbol que simbolizaba el universo (llamado Yggdrasil): la copa era Asgard, morada de los dioses, y el Valhalla, el palacio de Odín; las raíces simbolizaban el Helheim, el reino de los muertos. Claro que la influencia y evangelización cristiana transformó la tradición y más tarde se resignificaría el árbol de Navidad como símbolo para celebrar el nacimiento de Cristo.

Freyr
Yggdrasil

La leyenda cuenta que San Bonifacio llegó al territorio de la actual Alemania como misionero y convenció a los habitantes de la ciudad de Geismar de trasformar sus costumbres paganas; en algunas versiones se dice que derribó el árbol sagrado en donde se ofrecían ofrendas y sacrificios. A cambio plantó un pino que se adornaba en donde se reunían las personas a celebrar el nacimiento de Cristo. Esta tradición se extendería por diversos países de Europa durante el siglo XVIII.

El dios Frey, San Bonifacio y el origen del árbol de Navidad

Es común encontrar que las personas que introdujeron los árboles navideños como tradición pertenecieron a las cortes reales. Por ejemplo, en Inglaterra se convirtieron en una tradición rápidamente luego de que el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria y originario de Alemania, instalara uno de estos en el Castillo de Windsor en la Navidad de 1841. En España llegaría esta costumbre en el año de 1870, de la mano de la princesa Sofía Troubetzkoy, esposa del aristócrata José Osorio y Silva, marqués de Alcañices.

Navidad en México en 1864

Uno de los períodos históricos más accidentados de México fue en de 1864-1867 scuando se vivió  el Segundo Imperio Mexicano, encabezado por los emperadores Maximiliano y Carlota. En mayo de 1864 llegaron al Puerto de Veracruz a bordo de la fragata Novara cambiando para siempre la historia del país.

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A estos emperadores se les atribuye la introducción del árbol de Navidad como costumbre de las fiestas decembrinas, además de las muchas implicaciones históricas, sociales y políticas del Segundo Imperio. Aunque parece un detalle menor ante el gran impacto del Imperio a la historia mexicana no lo es a la luz de la expansión e importancia que tiene en la actualidad.

Se instalaron en el Castillo de Chapultepec y para la primera Navidad en tierras mexicanas, la del año 1864, se mandó instalar un fastuoso (como todas las empresas del matrimonio imperial) árbol de Navidad que sería el asombro de la corte y de la aristocracia en general, quienes seguían la moda y costumbres de los emperadores.

Castillo de Chapultepec: conoce la historia de este majestuoso recinto
Castillo de Chapultepec

A la caída de Maximiliano I, en 1867, las costumbres imperiales se desterraron. Por otra parte, algunas permanecieron o florecieron más tarde, eso ocurrió con el árbol de Navidad, que volvería a aparecer en 1878 cuando el general Miguel Negrete colocó uno en su casa y cautivó a las personas y a la prensa. Se dice que el general retomó esta tradición influenciado por sus viajes constantes a Estados Unidos.

Muy pronto la tradición comenzó a replicarse en diversas partes de México, primero en las zonas urbanas posteriormente se convirtió en una costumbre que está prácticamente en todos los lugares del país. Comercios, plazas públicas, centros comerciales, edificios gubernamentales, entre otros.