De acuerdo a un artículo publicado en Infobae el 60% de los feminicidios en México, son responsabilidad del crimen organizado; un estudio de Lantia Intelligence, plataforma de datos y análisis sobre seguridad, arrojó un resultado de 1,891 mujeres asesinadas violentamente durante el 2020 por cárteles de la droga, es decir un 40% más de lo que se registró durante el 2018, cuando ejecutaron a 1,361 féminas.

Eduardo Guerrero, analista y director de esta plataforma indica que está relacionado con el reclutamiento criminal que está siendo dirigido hacia mujeres, como los «supuestos» grupos de autodefensa además de la insensibilidad del Gobierno de México para poder atender y dar respuesta social para combatir la violencia de género.

La mayoría está relacionado con factores socioeconómicos, igualmente ha habido un aumento de víctimas letales a manos de los cárteles, así lo ha reportado nuestro país. Durante el 2020, Lantia Intelligence indica que estos grupos llegaron a un número récord de 24,807 personas asesinadas por el narco, esto se traduce en un 11% más que durante el 2018.

Otro de los cambios que ha observado el estudio es que actualmente los grupos criminales que están presentes y activos ahora atacan parejas y familias; crímenes que pueden ser el resultado del repliegue de las fuezas armadas. Guerrero explica que los cárteles han tomado ventaja de la mínima agresión de las autoridades contra el narco para incursionar en plazas y exterminar a sus rivales, mientras en el 2020, sólo participaron en un 11.5% de ejecuciones extrajudiciales las fuerzas públicas y durante el 2018 estuvieron presentes en un 15.5%,

MUJERES Y EL NARCO

El ser mujer entre 18 – 40 años implica estar en peligro, ya que en México, un total de 10 mil mujeres en este rango de edad fueron privadas de su libertad por delitos contra la salud, la mayoría son trabajadoras de tiempo completo y madres solteras.

Personalmente sigo pensando que se ha romantizado el mundo del narcotráfico, especialmente para mujeres.

Desde que se inició la guerra contra el narcotráfico, la desigualdad y la violencia contra la mujer son epidémicos en el país, pero pareciera que siguen siendo invisibles, así lo menciona la ONG Asistencia Legal por los Derechos Humanos A.C. (ASILEGAL).

De acuerdo con Verónica Garzón, abogada, existe un aumento exponencial de las muertes de mujeres: de 1,089 registradas en 2007 pasaron a 2,775 en 2012. Los autores materiales de los crímenes están vinculados con organizaciones criminales, así como con fuerzas armadas y cuerpos policiales instalados para combatirlas.

En el informe presentado por ASILEGAL, menciona, “Las víctimas son aquellas que, en vida, han sido convertidas en fantasmas del sistema y de una guerra en la que su involuntaria participación sentenció sus vidas. Las mujeres olvidadas de la Guerra contra el Narco son las víctimas invisibles, de las que nadie habla, que siguen pagando el precio del olvido social y el estigma cultural con sus vidas privadas de libertad”.

La guerra contra el narco —iniciada por el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012)— significó violencia, inseguridad y militarización. Pero para las mujeres adquirió tintes particulares pues, según la abogada Verónica Garzón, han sido detenidas como los grandes capos del narcotráfico. Igualmente menciona la ONG, que al día de hoy el 49% de las mujeres procesadas o sentenciadas por delitos del fuero federal están relacionadas con esta guerra.

Los cárteles y sus miembros han tomado ventaja sobre la situación económica y social de la smujeres mexicanas, por ellos son reclutadas como halconas, mulas, transportadoras y vendedoras. Por otro lado también son utilizadas como objeto sexual, ya sea como «recompensa» para los sicarios, o bien, como un botín de guerra.

NÚMERO Y CIFRAS

Las mujeres que se encuentran privadas de libertad por delitos contra la salud, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL), armas o secuestro son mayormente jóvenes cuyas edades oscilan principalmente entre los 22 – 32 años.

Del total de mujeres privadas de libertad por el delito de posesión de armas, el 85.1% se encuentra entre los 18 y los 40 años; en el delito de comercio, ese porcentaje es del 82.5%; por secuestro de 86.5% y por posesión de 78.4%.

En tanto, las mujeres que se encuentran por los delitos de posesión y comercio de drogas, posesión de armas y secuestro, son, en su mayoría, solteras. Dentro de las solteras se encuentran aquellas separadas, divorciadas o viudas, que no viven con ninguna pareja y, en total, constituyen el 56% de todas las mujeres, mientras que las casadas o en unión libre constituyen el 44%.

El informe de ASILEGAL, revela que las mujeres privadas de libertad por delitos contra la salud, recibían anterior a su detención un salario promedio de 4,600 pesos mensuales en sus trabajos formales, casi todas desempeñándose en el sector terciario.

Finalmente, las cifras oficiales señalan que un 98% de las mujeres sabe leer y escribir, y solo un 2% no. En promedio, el nivel máximo de estudios cursados por las mujeres antes de su detención es la secundaria.

Es fundamental que sigamos apostando por educación y mejorar las condiciones sociales, laborales y económicas, las mujeres tenemos aún mucho que lograr, pero no será si sólo se sigue limitándonos a esto, cifras y porcentajes.