Desde el 18 de Noviembre por unanimidad, y con 384 votos a favor, el pleno de la Cámara de Diputados reformó el artículo segundo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de reconocimiento como lenguas nacionales, al español y a las lenguas indígenas. México es uno de los países con más lenguas maternas y una de nuestras responsabilidades es preservarlas. Esto significa que se elevó a rango constitucional a las lenguas indígenas, a la par del español.
«El Estado promoverá una política lingüística multilingüe que propicie que las lenguas indígenas alternen en igualdad con el español en todos los espacios públicos y privados», señalaron.
Desafortunadamente vivimos dentro de un sistema que apuesta por el consumo compulsivo (de recursos e información), devasta al medioambiente y no piensa en la justicia social. De aquí la relevancia de reconocer nuestras raíces proporcionándoles un espacio a aquéllas voces que son excluidas a lo largo de la historia.
En México se hablan 364 variantes lingüísticas, provenientes de 68 agrupaciones. Es decir que existen 68 formas distintas de relacionarse con el mundo y 364 matices para hacerlo. Tristemente los prejuicios han hecho a un lado esta gran diversidad, lingüística. No hemos cultivado en nuestra sociedad la humildad de escuchar.
De acuerdo al INEGI, en un lapso de 200 años su población hablante se redujo de 65% a 6,5%. Por ello se han convertido en minoría, aunado a ello presentan los mayores rezagos en «acceso a salud, educación, alimentación, trabajo y justicia», de acuerdo a comunicado de la Cámara de Diputados.
Hay zonas, como la Ciudad de México donde se hablan 55 de las 68 agrupaciones. Aunque las personas que hablan una lengua indígena representan 1.5% del total de la población de la entidad federativa, eso no justifica que exista una desigualdad lingüística que no les permita transitar los espacios con los mismos derechos que las personas que hablan español.
Es un logro relevante porque esta reforma deberá observarse en el espacio físico, como contar con traductores en tribunales judiciales no es suficiente, sino que las personas hablantes de lenguas indígenas deberán utilizar con mayor frecuencia y sus palabras comenzar a ser familiares en todos los ámbitos de su vida diaria.
Aún se necesita que la reforma sea aprobada en el Senado de la República, de lograrse, deberemos observar que se traduzca en acciones concretas y que no sea una estrategia política más, es decir, vacía.
Sin embargo, se determinó suprimir el número de lenguas indígenas, así como el número de variantes lingüísticas, porque el número de lenguas nacionales deriva de un ejercicio de catálogo realizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y podría cambiar de acuerdo con nuevas investigaciones o nuevas reinvidicaciones identitarias.
Las 68 agrupaciones lingüísticas reconocidas, de acuerdo a el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) son:
- Akateko
- amuzgo
- Awakateko
- ayapaneco
- cora
- cucapá
- cuicateco
- chatino
- chichimeco jonaz
- chinanteco
- chocholteco
- chontal de Oaxaca
- chontal de Tabasco
- Chuj
- ch’ol
- guarijío
- huasteco
- huave
- huichol
- ixcateco
- Ixil
- Jakalteko
- Kaqchikel
- Kickapoo
- kiliwa
- kumiai
- ku’ahl
- K’iche’
- lacandón
- Mam
- matlatzinca
- maya
- mayo
- mazahua
- mazateco
- mixe
- mixteco
- náhuatl
- oluteco
- otomí
- paipai
- pame
- pápago
- pima
- popoloca
- popoluca de la Sierra
- qato’k
- Q’anjob’al
- Q’eqchí ‘
- sayulteco
- seri
- tarahumara
- tarasco
- Teko
- tepehua
- tepehuano del norte
- tepehuano del sur
- texistepequeño
- tlahuica
- tlapaneco
- tojolabal
- totonaco
- triqui
- tseltal
- tsotsil
- yaqui
- zapoteco
- zoque