Cuenta la leyenda que en Avenida Triunfo de la República y Francisco Márquez, había un lugar de baile, llamado ‘El Carrousel’, Martha anhelaba ir al lugar, pero sus padres le negaron el permiso de salir, por lo que se escapó de casa para asistir al lugar.
Martha era una joven bellísima de apenas 18 años, y sus ojos se encontraron con un guapo y galante joven, mismo que se acercó para invitarla a bailar, estaba con él, disfrutando al ritmo del swing su compañía; sentía cómo las demás la veían con envidia, mientras ella se sentía como una reina, la escogió de entre todas, y pronto se olvidó de sus padres, del regaño que había recibido horas antes. Sólo pensaba en que su sueño de estar con un príncipe azul ahora era una realidad.
Se dice que Martha comenzó a sentir un fuerte olor a azufre, el olor a huevo podrido inundaba sus sentidos, observó humo alrededor, pero notó que todas las parejas de alrededor se alejaban rápidamente. Volteó a ver a su pareja y notó que, en vez de pies tenía una pata de chivo y una de gallo, no pudo articular ninguna palabra, cuando intentó hacerlo, perdió el sentido y cayó al suelo con toda la espalda rasguñada.
¡Bailó toda la noche con el Diablo!
A pesar, de que no hay más información al respecto, esta leyenda urbana sigue pasando de generación en generación en nuestra ciudad, sea verdad o mentira, el príncipe azul, no siempre es lo que imaginamos.
Lo que sí hallamos es una imagen que ‘explica’ el por qué el Diablo tiene estas características.