PAMPANGA
En esta provincia, a 80 kilómetros de la capital de la República de Filipinas – Manila – existe un municipio llamado Mexico que fue fundado en 1581, después de que arribaran los colonizadores españoles.
En un inicio había recibido el nombre de Nuevo Mexico, no obstante, con el paso del tiempo se quedó simplemente como Mexico.
¿EN HONOR A NUESTRO PAÍS?
Desafortunadamente, sólo son especulaciones, ahora sí que es «lo que la gente cuenta», ya que se desconoce el origen etimológico. Algunos historiadores sostienen que la palabra Mexico proviene de la lengua de los filipinos mientras otros aseguran que fue llevado por los españoles desde nuestro país.
Se cuenta también que cuando los colonos llegaron a Nuevo Mexico interrogaron a un hombre que se sobaba el codo. Este respondió “mesicu cu pu” que podría traducirse como “me pegué en el codo” y de ahí quedó aquella expresión hasta transformarse en Mexico, puede considerarse tan sólo de una leyenda.
LA RELACIÓN MÉXICO – FILIPINAS
El nombre, por otro lado, no es lo único que tienen en común nuestras naciones al contrario gracias a la relación que sostuvieron por siglos, los mexicanos podemos disfrutar del mango Manila, que tiene su origen en Filipinas, los filipinos de los tamales y ambos rinden culto a la Virgen de Guadalupe.
CÓMO SURGIÓ ESTA RELACIÓN
Filipinas estuvo bajo el dominio español, como la Nueva España, por más de tres siglos. Esta etapa histórica inició en 1565 con la llegada de Miguel López de Legazpi.
Desde entonces, y ya que la gran Tenochtitlán también había caído, se creó la ruta comercial del Galeón Acapulco-Manila. Con esta se inauguró un intercambio de productos, costumbres y mucho más que duró alrededor de dos siglos y que permitió que ambas culturas se influenciaran mutuamente.
Esta relación permaneció de manera oficial hasta 1815, año en que se realizó el último viaje del Galeón. Las razón principal fue el proceso independentista mexicano. Y es que el orden colonial de España había comenzado a desmoronarse y con él el contacto entre sus dominios.
DOS NACIONES LEJANAS NUEVAMENTE UNIDAS
Pasaron varias décadas para que México y Filipinas reanudaran el contacto de manera significativa. Ese tuvo lugar en 1842 cuando en Manila se instaló una representación diplomática proveniente de nuestra República.
Aunque, no fue sino hasta 1878, durante El Porfiriato, cuando llegó por primera vez un diplomático mexicano. Se trataba de Evaristo Butier quien fue nombrado cónsul en aquel país asiático.
Posteriormente, cuando México decidió entrar a la Segunda Guerra Mundial con el Escuadrón 201, este luchó para liberar a Manila de la ocupación japonesa en 1945. Un dato curioso es que la llegada de los mexicanos fue recibida con mariachis y mujeres filipinas vestidas de China Poblana.
De esta manera, quedaba reanudada la estrecha relación entre México y Filipinas. No obstante, esta se formalizó el 14 de abril de 1953 y en 1961 se abrieron las embajadas respectivas.
Por último, hay que mencionar que Filipinas dejó de ser una colonia española hasta principios del siglo XX. En esa fecha, Estados Unidos tomó el control y aquel país asiático logró su independencia en 1946.