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Popular youtuber japonesa resulta ser un señor con peluca y pechos postizos

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Además de las publicaciones virales que ocurren en redes sociales, o bien, la aparición de conocedores de todos los temas, en Japón, miles de seguidores de una reconocoda youtuber, se han enterado que en realidad es un señor con pechos postizos buscando hacer dinero a costa de ellos.

Lo anterior ocurre en el marco de que tan sólo hace unas semanas también surgió la historia de un programa de la televisión japonesa, cuando descubrieron que azusagakuyuki, una influencer bastante popular poque se dedica a viajar en moto por Japón, es realmente, un hombre de 50 años que emplea una aplicación en el móvil para transformar su rostro en el de una mujer.

Esta historia, tiene el mismo fin que el caso anterior, hacer dinero a costa del engaño con el sexo.

Chiharu, comenzó en Diciembre del 2020 pasados tres meses ya contaba con 20 mil suscriptores, lo más sorprendente es que sólo tenía seis videos subidos en su canal de YouTube.

¿CÓMO FUE POSIBLE?

Los vídeos mostraban a una mujer realizando su rutina de ejercicios por la noche, la mayor parte del tiempo con la cámara enfocando su busto. Sobra mencionar que el vídeo más popular era el que mostraba los senos rebotando hacia arriba y hacia abajo mientras corría.

Lógicamente la atención estaba en otra parte y a nade le extrañaba que nunca mostrara su rostro en la cámara o que nunca se quitara la mascarilla o dijera una sola palabra.

LA VERDAD

Seguían lloviendo suscriptores, las estadísticas estaban por los cielos y Chiharu decició subir una grabación celebrando los 20 mil seguidores, pero también había decidido revelar el misterio que la rodeaba y el 25 de Marzo subió el siguiente vídeo:

Simplemente Chiharu no era la mujer que miles de personas creían, es un hombre de 37 años que cuenta que se le ocurrió la idea de convertirse en YouTuber el año pasado, después de recibir un recorte salarial en su trabajo por culpa de la pandemia. También cuenta que a su perro le habían diagnosticado cáncer y requería tratamientos costosos.

Sabiendo que a las chicas atractivas les resulta más fácil atraer una audiencia online, me animé…”, cuenta.

Con una peluca y una gran prótesis de silicona para emular los senos de una mujer ya tenía el personaje creado. A partir de entonces se dedicó a grabar vídeos nocturnos sin decírselo a su esposa, y así hasta estos días, donde el canal estaba adquiriendo tanta popularidad que decidió contar la verdad.

En el vídeo también muestra todos los trucos de belleza que utilizó en forma de maquillaje para conseguir engañar a miles de personas.

Nunca sabemos qué es verdad o mentira en las redes, por lo pronto, tal vez a causa de la pandemia seguirán surgiendo «influencers» de todo tipo.