Se incorporó al programa Pueblos Mágicos en el año 2011. Este lugar turístico brilla por ser uno de los pueblos más hermosos de México. Posee una arquitectura de estilo neoclásico y art nouveau proveniente de Francia que cautiva la atención de cualquier espectador, sumergiéndote en su inmensa historia.
Es uno de los antiguos pueblos mineros en México. Ubicado a 2,740 m de altitud, al oeste de Michoacán y el municipio de Temascalcingo, posee un clima templado húmedo. Estuvo habitado por los pueblos mazahuas en los tiempos prehispánicos y después fue conquistado alrededor del año 1474 por los Aztecas, trayendo maíz, frijol y telas. Al arribar, se descubrieron minas de oro y plata, logrando un crecimiento increíble gracias a las minas La Esperanza, El Consuelo y La Providencia. Siendo uno de los lugares más ricos en el tema del oro.
Su nombre surge en relación al metal extraído de este pueblo y a la etimología náhuatl Teocuitlapilli que significa: «Lo que nos legaron los dioses».
Es un lugar repleto de maravillas, aparte de su estilo arquitectónico, la cocina local te ofrece una amplia variedad de platillos típicos, desde barbacoa, carnitas, mole e incluso carne de guajolote.
Otro de sus encantos son las artesanías, llenándote de souvenirs como objetos de cerámica, cestos tejidos, muebles, prendas y objetos decorativos teñidos en lana ¡Y los dulces no pueden faltar! por esto mismo no te vayas sin visitar su famosa Dulcería «Los Refranes», donde se comercializan golosinas típicas, café orgánico, mermeladas, vinagretas y la llamada “chiva”, un licor digestivo típico elaborado con anís y distintas hierbas, con el cual, de acuerdo a los lugareños, se puede curar “de espanto”.
Es recomendable llegar desde temprano a este pueblito para poder visitar todos sus asombros.
Puedes empezar por recorrer sus frondosos bosques de pinos y cedros que lo rodean, dónde se encuentra ubicado uno de los santuarios de la mariposa monarca. También tiene una superficie de agua simulando un inmenso espejo que rodea estos místicos bosques. Un ejemplo es la presa Brockman, la cual, es ideal para todos esos turistas que les encanta acampar y practicar pesca deportiva. Alrededor de su naturaleza inigualable, se han construido fincas, balnearios y restaurantes para complacer a todos los turistas.
Después de un largo paseo por el bosque, puedes recorrer sus pintorescas calles empedradas, ideales para observar la vida cotidiana de este pueblo minero, mientras te consientes con un café y pan típico de las panaderías locales.
Museo de la Minería
Este museo se aloja en una pequeña casa de la época porfiriana, donde a través de sus salas de exhibición, se narra y se ofrece una visión de la historia minera en la localidad por medio de fotografías, documentos y planos originales del siglo XVIII. Ocupa las instalaciones de lo que fue la mina «La Providencia» y su objetivo es representar la vida de un pueblo a través de la actividad económica.
Parque Ecoturístico El Mogote
Es ideal para el turismo de aventura. Donde podrás experimentar toda la adrenalina en un circuito de tirolesa de 200 metros sobre una barranca de más de 80 metros de altura o la práctica de rapel sobre los muros naturales de la barranca. Además, tiene un puente colgante de 30 metros de largo en el que podrás vivir el vértigo de estar suspendido a mitad del vacío, mientras aprecias las bellezas de su naturaleza mezcladas con el sonido y la vista de la cascada.
Presa Brockman
Fue construida originalmente para abastecer de agua a las minas. Es un parque ecoturístico con una extensión territorial de más de 70 mil metros cuadrados, es el lugar perfecto para realizar cualquier actividad al aire libre, como días de campo, caminatas o bicicleta de montaña. La presa Brockman es el cuerpo de agua más importante dentro del Parque Estatal. Es un hermoso espejo de agua cristalina en el centro de un bosque majestuoso de pinos. De los mejores destinos para descansar y divertirse en compañía de familia y amigos.