Escándalos por vacunas COVID-19 en América Latina, los poderosos tienen acceso a ellas
Para variar, no ha pasado desapercibido para el mundo la ola de tráfico de influencias y corrupción cuando de vacunas contra el virus del SARS-CoV-2 se trata en América Latina, los escándalos no se han hecho esperar y han dimitido tres Ministros de Salud en la Argentina, Ecuador y Perú. Sin ignorar la escasez y desperdicio de vacunas en Brasil, mientras a otros países apenas llegan las primeras dosis.
Esta pandemia sacó a relucir la vieja problemática de América Latina, corrupción, falta de planificación, es decir, programas emergentes para hacer frente a lo que se venía, y, por supuesto, la corrupción, el pan de cada día de las naciones latinas.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, fue el único que se pronunció la semana pasada haciendo un llamado a la Organización de las Naciones Unidas por el «acaparamiento» de vacunas en los países con mayores posibilidades económicas, señaló lo que tantas organizaciones mundiales saben, como la Organización Mundial de la Salud, que, no ha hecho entrega de las vacunas que prometió a México.
Sin embargo, no sólo se trata de culpar a otras naciones y organismos internacionales, sino a la falta de respuesta, organización interna y manejo gubernamental de cada país.
En nuestro país, México, hubo carencia de suministros elementales como filtros o viales, lo que retrasó el envase y distribución de millones de dosis de la vacuna producida en Argentina, tras un acuerdo con AstraZeneca, la farmacéutica.
De acuerdo a la publicación de BBC Mundo, el Director Ejecutivo del Instituto de Estudios para Políticas de Salud (IEPS) en Brasil, Miguel Lago comentó: «Hay una cuestión de dependencia externa, pero esa dependencia también es un fallo de América Latina: no tenemos la capacidad de producir esas vacunas, mientras que India o China, que eran tan subdesarrollados como nosotros hace 30 años, logran hacerlo».
América Latina ha sido la más afectada por la pandemia económicamente a nivel mundial, y se vio en varias naciones el colapso del sistema de salud pública.
Cuando se supo que ya existía la vacuna, en general hubo esperanza en el continente, sin embargo, ha habido demoras y polémicas, las renuncias de los ministros en tres de los países, ocurrieron después de las denuncias sobre el favoritismo para el acceso a la vacuna que, para la ciudadanía ‘promedio’ escasea.
Juan Carlos Zevallos el ministro de Salud ecuatoriano, dimitió a su cargo este viernes, durante las investigaciones por el envío de las primeras dosis de vacunas a un geriátrico privado donde estaba su madre.
En Argentina y Perú se dio a conocer que funcionarios, exgobernantes o personas influyentes también se vacunaron de forma preferencial, sin seguir el orden estipulado por cada nación para toda la población.
El Presidente argentino, Alberto Fernández, después de pedir la dimisión de su ministro de salud: «Terminemos con la payasada», dijo, durante su visita de esta semana a México.
La investigación judicial se conoce como «Vacunatorio VIP» en su país y sostuvo: «no hay ningún tipo penal en Argentina que diga ‘será castigado el que vacune a otro que se adelantó en la fila'».
Por otro lado, muchos alrededor del mundo testigos de lo que ocurre en nuestros países opinan que es una muestra más de la falta de respeto a las normas, así como el seguir creyendo que el uso de los recursos públicos para unos cuantos, es ‘nada grave’.
El sociológo, politólogo y columnista del diario El Universo de Ecuador, Felipe Burbano, escribió: «En todos los países donde saltan escándalos se repite una práctica bastante común: eludir las estructuras formales del Estado para canalizar las vacunas sin planes y protocolos claros y transparentes de atención a las poblaciones vulnerables. Más bien lo contrario: protejo y atiendo a los míos».
Chile es el país de la región donde el proceso de vacunación ha sido más eficiente, casi 17% de su población de 19 millones fue vacunada durante este mes. El caso chileno es visto como una prueba de que en la región es posible vacunar a tasas similares o incluso superiores al mundo desarrollado gracias a la red de atención de salud que falta en otros países, además del poder adquisitivo y la rapidez del gobierno para comprar millones de dosis.
Es importante saber que tampoco Chile ha estado libre de polémicas en su campaña de vacunación: al menos 37.000 personas en ese país se adelantaron a su turno sin tener factores de riesgo, según datos oficiales.
Otro país que evidencia los contratiempos de vacunación en la región es Brasil, donde menos de 4% de la población ha recibido dosis hasta ahora. Además de tener sus propias denuncias de irregularidades para acceder a las vacunas, también atravieza una escasez, misma que se atribuye a los errores de planificación del gobierno de Jair Bolsonaro.
Grandes ciudades brasileñas como Río de Janeiro, Porto Alegre o Salvador llegaron a suspender las inoculaciones por falta de vacunas, mientras también se reportaban en el país desperdicios de dosis abiertas que perdieron validez antes de ser inyectadas.
Los países más rezagados en cuestión de vacunación contra el covid-19 son Guatemala, Honduras, Nicaragua y Uruguay, que apenas importaron sus primeras dosis esta semana, mientras Cuba aún busca desarrollar sus propias vacunas.
Otra de las cuestiones que se observan – como espectador – es la falta de unidad y coordinación entre los países, también afectó sus posibilidades de demandar más vacunas al resto del mundo. Señaló Lago: «América Latina no negocia como bloque, sino que cada país negocia como puede, entonces claro que no tiene ninguna fuerza».
Se cree que algunas naciones latinas tardarán años en adquirir las vacunas. Tenemos el resultado de siempre desigualdad social característica ancestral de América Latina, afectando a los sectores más vulnerables e impidiendo volver a la ‘normalidad’, mientras se siga sin apostar a la educación, creación de políticas públicas que realmente sirvan y una mentalidad de funcionarios públicos para servir y no para servir-se, no lograremos visualizar un cambio en ningún nivel, especialmente el sector salud señalado por escándalos, vicios, compadrazgos y otras prácticas viciosas de nuestras naciones.
Nora Lustig, una profesora de economía en la Universidad Tulane, advierte que los efectos podrían llegar incluso a largo plazo por el cierre de escuelas para niños de familias de bajos recursos.
«En la medida que no tengas la capacidad de crear un espacio de normalidad a través de un proceso de vacunación más rápido», dice Lustig a BBC Mundo, «vas a tener un impacto sobre la economía, la desigualdad y la pobreza».
Fuente: BBC Mundo