Ciudad Juárez, cuenta con lugares que son parte de nuestra identidad, de nuestras costumbres para reuniones sociales, o bien, para momentos inolvidables de los miembros más pequeños de nuestro seno familiar, es decir, es parte de la convivencia que se da en nuestra localidad.
Anteriormente, el parque fue una de las entradas de la ciudad, ya que en los años 40, Ciudad Juárez terminaba en la Av. de las Américas, y sólo había un camino hacia el poblado de San Lorenzo.
Es considerado el parque más antiguo de la ciudad, el ‘Parque Borunda, fue inaugurado en el 28 de Febrero de 1941, por el Presidente Municipal Teófilo Borunda, en honor al finado José Borunda Escorza quien fue asesinado con una carta bomba, unos historiadores dicen que fue el atentado el día 13 de Marzo y otros que fue el 1° de Abril de 1938 en la vieja presidencia municipal. Historia que nos es relatada por Blas García Flores en el cuento “Parque Borunda”, que, forma parte de Carta del Apóstol San Blas a los parralenses (2010). Donde el autor hace un recuento de lo que ocurrió la mañana de la explosión tomando como protagonista no al efímero Presidente Municipal (solo duró tres meses en el gobierno) sino a la otra víctima de este atentado, el conserje y mensajero de la presidencia, Domingo Barraza. Y nos va guiando a través de las vivencias de éste y otras historias dentro del contexto histórico y político de nuestra ciudad. Un dato interesante, es que el presidente asesinado era parte del Bloque Izquierdista del Norte.
Un año después del atentado, José Cuarón y José Valles cedieron al Municipio un terreno a título de donación para la construcción de un parque deportivo en honor al ex-alcalde, haciendo que el ayuntamiento se comprometiera a dicha construcción en un período de dos años.
En 1947, se construyó la Secundaria Federal No. 1, la Estación de Bomberos No. 2, con el transcurrir de los años, sobre la Calle Ignacio Ramírez se construyó el Estadio 20 de Noviembre, la Biblioteca Municipal Arturo Tolentino, el jardín de niños Agustín Melgar, Auditorio Municipal Benito Juárez y los Burritos Tony unos años después.
El historiador y periodista de la UACJ, Raúl Flores Simental, en su libro Crónicas del siglo pasado. Ciudad Juárez, su vida y su gente, menciona que había una alberca semi-olímpica, misma que era empleada por los estudiantes de la Escuela de Agricultura.
Ya sea para comer un delicioso, elote, hot dog gigante, algodón de azúcar, agua fresca, enchiladas, entre tantas otras opciones para elegir, generaciones enteras han ido construyendo sus memorias en este parque emblemático, por la convivencia, los juegos, pero, sobre todo por ver crecer a todos nuestros miembros de la comunidad entre risas y juegos. Memorias que nos dan un sentido de pertenencia, que nos han forjado para ser juarenses con la felicidad emanada de los más jóvenes. Cuidemos nuestra ciudad, pero sobre todo, los lugares que nos brindan alegría y esparcimiento sano.
